Pensar que tener semanas temáticas en redes era suficiente para vender.
Centrarme en tener una web con colorinchis pero no en lo que quería transmitir.
Usar miles de filtros en stories en vez de centrarme en el objetivo de mis vídeos.
Dejarme llevar por las modas del momento solo para conseguir virales, pero no interacciones.
No marcar una hoja de ruta para ningún contenido, todo iba improvisado y sin pensar qué decir, priorizaba la aparición al mensaje.
Crear contenido sin ton ni son por distintos canales, sin hilar temas ni una meta en concreto.
Frustrarme por no vender sin analizar el por qué.